La decadencia en cámara lenta...

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Mientras a ambos lados del océano atlántico siguen desembolsando miles de millones de dólares y se multiplican la histeria de las bolsas (arriba-abajo-rebote-caída-reboteycaídanuevamente), la vida sigue para millones, pero sigue peor, o con peores perspectivas. Ya nadie es optimista, o los optimistas son los menos-pesimistas: la recesión es un hecho.
Aunque poco se habla de las tent-cities en las afueras de Los Angeles, las ejecuciones hipotecarias y los/as nuevos/as desempleados/as, la crisis social ya llegó hace rato y solamente promete hacerse cruda.
En la misma semana que Paulson anunciaba la compra de acciones de los bancos para salvarlos de la quiebra, aumentaron los raids contra los inmigrantes indocumentados en las fábricas (en Los Angeles hace algunas semanas se hizo el raid más grande, deportando a casi 700 personas).
Mientras Gordon Brown y la UE aseguraban el rescate de los bancos europeos, en el Estado Español empezaron los despidos y las suspensiones de los obreros automotrices.

Hoy "leí" una postal escrita de Nueva York, que por alguna razón (creo que por el recorrido de los negocios) me hizo acordar a los paseos miserables de Jimmy en Manhattan Transfer de John Dos Passos, que habla del crecimiento de esos barrios coquetos en Nueva York que se construyeron sobre la destrucción de los barrios que alguna vez sirvieron de hogar para los que hoy estarían huyendo de las ejecuciones hipotecarias, los despidos y las deportaciones... Pero por suerte traía una marca de bronca también.