Dicen que una imagen vale más que mil palabras… parece que es así. Y si no basta con ver la imagen del puente de Minnesota desmoronarse en medio de la hora pico cuando la gente volvía de trabajar todo el día hasta su casa.
El puente se cayo por desidia, negligencia, y sobre todo porque a la elite millonaria de republicanos y demócratas que gobierna Estados Unidos no le interesa en absoluto la infraestructura civil del país, exceptuando lo que haga a sus ganancias. Por eso es que los diarios de todo el mundo se hicieron eco de que en el país más rico y poderoso del mundo hay más de 70 mil puentes (el 27% de los puentes de todo el país) que son “estructuralmente deficientes”. Cuando los ingenieros dicen “se necesitan 1.6 trillones de dólares”, hay un coro de especialistas financieros, políticos, empresarios y demás lacras que se escandalizan con la cifra… Eso sí, silencio de tumba cuando los diarios publican que el Congreso (sí ese que ahora tiene mayoría demócrata y va a sacar las tropas de Irak y ponerle límites al poder de Bush Jr.) autoriza el paquetazo de gastos en Defensa y en la guerra en Irak, que se calcula que ya suma cerca de 450 mil millones de dólares (hagan la cuenta de la cantidad de puentes, represas, etc.).
El dinero para arreglar los puentes, para prever las tragedias como la de Katrina, o en su defecto paliar sus terribles consecuencias, existe y todos sabemos donde está. Un estudio reciente (realizado en 2005) sobre la distribución de la riqueza en EE.UU.. mostró que el 10% más rico del país (esto es, unas 300 mil personas) poseen una riqueza equivalente a la de los 150 millones de norteamericanos más pobres.
Cualquier solución de fondo para solucionar los problemas de infraestructura, brindar cuidado médico a los más de 50 millones de personas sin obra social ni seguro médico, garantizar las necesitar básicas de los millones de pobres que viven en Estados Unidos, va de la mano de la expropiación de esa elite multimillonaria…
La foto del puente desmoronado, las muertes, la indiferencia de los ricos, no son más que una nueva muestra de la decadencia imperialista, una muestra de la miseria que tiene para ofrecer el sistema capitalista
El puente se cayo por desidia, negligencia, y sobre todo porque a la elite millonaria de republicanos y demócratas que gobierna Estados Unidos no le interesa en absoluto la infraestructura civil del país, exceptuando lo que haga a sus ganancias. Por eso es que los diarios de todo el mundo se hicieron eco de que en el país más rico y poderoso del mundo hay más de 70 mil puentes (el 27% de los puentes de todo el país) que son “estructuralmente deficientes”. Cuando los ingenieros dicen “se necesitan 1.6 trillones de dólares”, hay un coro de especialistas financieros, políticos, empresarios y demás lacras que se escandalizan con la cifra… Eso sí, silencio de tumba cuando los diarios publican que el Congreso (sí ese que ahora tiene mayoría demócrata y va a sacar las tropas de Irak y ponerle límites al poder de Bush Jr.) autoriza el paquetazo de gastos en Defensa y en la guerra en Irak, que se calcula que ya suma cerca de 450 mil millones de dólares (hagan la cuenta de la cantidad de puentes, represas, etc.).
El dinero para arreglar los puentes, para prever las tragedias como la de Katrina, o en su defecto paliar sus terribles consecuencias, existe y todos sabemos donde está. Un estudio reciente (realizado en 2005) sobre la distribución de la riqueza en EE.UU.. mostró que el 10% más rico del país (esto es, unas 300 mil personas) poseen una riqueza equivalente a la de los 150 millones de norteamericanos más pobres.
Cualquier solución de fondo para solucionar los problemas de infraestructura, brindar cuidado médico a los más de 50 millones de personas sin obra social ni seguro médico, garantizar las necesitar básicas de los millones de pobres que viven en Estados Unidos, va de la mano de la expropiación de esa elite multimillonaria…
La foto del puente desmoronado, las muertes, la indiferencia de los ricos, no son más que una nueva muestra de la decadencia imperialista, una muestra de la miseria que tiene para ofrecer el sistema capitalista
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