23/1/15

¿Obama feminista?



Para La Izquierda Diario 


Uno de los ejes del discurso anual sobre el estado de Unión del presidente Barack Obama frente al Congreso fueron las medidas relacionadas con demandas históricas de las mujeres en Estados Unidos. Las medidas sonaron más a campaña electoral anticipada.


Cualquier persona que no supiera que Obama gobierna Estados Unidos desde 2009, y que su partido (Demócrata) contó con representaciones significativas en el Congreso y el Senado, podría pensar que este eran su primer discurso sobre el estado de la Unión.
De hecho, el partido Demócrata consiguió la mayoría en el Congreso y el Senado en la elección de 2008, cuando Obama ganó la presidencia. Luego, tuvo la mayoría del Senado durante dos periodos consecutivos.
En ninguno de esos momentos, el partido Demócrata avanzó cualitativamente en el cuidado infantil universal, la licencia paga por enfermedad, ni tampoco reafirmó el derecho de las mujeres al aborto.
Derecho al aborto. Durante los dos mandatos de Obama crecieron lasrestricciones del derecho al aborto en muchos estados. En su aplastante mayoría fueron impulsadas por gobernadores y legislaturas republicanas, pero en ningún caso se registró una resistencia dura de parte de los demócratas o de Obama. Durante estos seis años, solo ha habido quejas tibias.
El resultado es que en 2014, el derecho al aborto es menos accesible que cuando Obama llegó a la Casa Blanca. Esto se debe a las restricciones que ha sufrido este derecho, amparado desde 1973 por el fallo del caso Roe vs. Wade. Asimismo, se han aprobado en muchos estados estándares muy estrictos para las clínicas de abortos, y se ha obstaculizado el camino a las mujeres que desean interrumpir un embarazo.
El número de estados hostiles al derecho al aborto viene creciendo desde 2000, y el pico se vio en 2011 (en plena presidencia de Obama). En el año 2000, solo 13 estados tenían restricciones y medidas hostiles al derecho al aborto, en 2010 eran 22 y en 2013, 27. Sumado a esto, los estados donde se apoya este derecho femenino, se redujeron de 17 en 2000 a 13 en 2013. Y los estados con legislación intermedia pasaron de 20 e 2000 a 10 en 2013 (Guttmacher Institute).
Cuidado infantil y licencias. El cuidado infantil universal es una demanda histórica, junto con la licencia paga de maternidad, especialmente entre las trabajadoras, la mitad de la fuerza laboral en Estados Unidos. Es probable que algunas medidas (como la exención impositiva de 3 mil dólares anuales por hijo) represente un alivio para las familias trabajadoras. Sin embargo, la mayoría de las familias pobres enfrentan todavía las peores consecuencias de la crisis económica que Obama anunció como finalizada.
El cuidado infantil representa uno de los motivos más importantes para que las mujeres no trabajen fuera del hogar en Estados Unidos, y no es por elección. Es la primera vez en los últimos veinte años que aumenta la cantidad de mujeres (29 por ciento) que se quedan en casa por el costo del cuidado infantil. Los gastos semanales por cuidado infantil ha aumentado más del 70 por ciento desde 1985 (Pew Research Center, según censo 2011).
Estados Unidos es el único país avanzado donde sus trabajadores no gozan de licencia paga por enfermedad (citando a Obama), tampoco tienen licencia por maternidad (depende del empleador). Esta realidad es especialmente dramática para las mujeres.
En primer lugar, porque son las que se ocupan mayoritariamente del cuidado infantil y del hogar, y son las que suelen ausentarse del trabajo cuando hijos e hijas se enferman. En segundo lugar, porque son las que tienen los sueldos más bajos.
Las mujeres ocupan dos tercios de los puestos de trabajo de bajos salarios, que no ofrecen además ningún derecho laboral. El 43 por ciento de las mujeres del sector privado no gozan de licencia paga por enfermedad de sus hijos e hijas. Y esta realidad es predominante en las ramas tradicionalmente femeninas como salud o alimentación. Y aunque existen algunas ciudades con legislaciones que protegen esos derechos, no hay leyes federales que los garanticen.
Además, aunque es ilegal despedir mujeres embarazadas, recién en 2015 es posible que la Corte Suprema se expida a favor de que las mujeres tengan el derecho de realizar tareas que no afecten su salud durante el embarazo. El fallo definitorio será sobre el caso Young vs. UPS, el gigante postal, que le negó tareas diferenciadas a una trabajadora embarazada imposibilitada de levantar paquetes pesados por orden médica.
Salarios. La ley de igualdad salarial, otra de las medidas-promesas-de-campaña de Obama, también data de comienzos de su mandato. Es una ley redactada por los demócratas, frenada desde 2010. Y aunque es cierto que fue bloqueada reiteradas veces por los republicanos, más cierto aún es que el Partido Demócrata nunca ha dudado en postergar los derechos de las mujeres en pos de negociaciones con los republicanos. La Pay Fairness Act es solo otro compromiso bipartidista.
Actualmente, las mujeres ganan 77 centavos por cada dólar que ganan sus compañeros varones. Y no se trata de una consigna feminista sino de una desigualdad que afecta a importantes sectores: las mujeres son jefas de hogar de 4 de cada 10 hogares con hijos menores. Esto sin contar las enormes brechas raciales que amplían la desigualdad para las afroamericanas y las latinas.
Esta combinación, sumada a la discriminación racial (no mencionada por Obama, pero de manifiesto con las protestas contra el racismodesatadas por el asesinato de Michael Brown en Ferguson, ubica a las mujeres en los escalones más bajos de la clase trabajadora y a la cabeza de los índices de pobreza.
¿Es imposible que en los dos años restantes se tomen medidas para revertir esta situación? No, pero no existen pruebas que acompañen esa afirmación. Y existen demasiadas que confirman lo contrario.

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