16/6/14

Una respuesta de 1966 para las feministas de 2014



La domesticación del feminismo ha reducido tanto el horizonte del movimiento de mujeres, que los derechos parecen lo único posible de conseguir, y la cultura el único terreno de batalla (a veces ni siquiera eso). Por consiguiente, los debates estratégicos se fueron empobreciendo, con alguna que otra turbulencia que al fin y al cabo no desvió el vuelo hacia la integración en las democracias capitalistas.

Pero las conclusiones y las reflexiones del "espíritu de época" radicalizado que alimentó el movimiento por la liberación de las mujeres, siguen ahí, para quien quiera escucharlas:

Creo, entonces, que debemos desarrollar nuestra conciencia feminista al máximo y, al mismo tiempo, transformarla mediante un análisis socialista científico de nuestra opresión. Ambos procesos deben avanzar de forma simultánea -la conciencia feminista no se desarrollará "naturalmente" en socialista, ni tampoco debería-: las dos son coextensivas y deben funcionar juntas. Si solo desarrollamos la conciencia feminista (como sugieren las feministas radicales) conseguiremos, no una conciencia política, sino el equivalente al nacionalismo en las naciones del Tercer Mundo o el economismo entre las organizaciones obreras; simplemente una mirada sobre sí mismos, que solo ve el funcionamiento interno de un segmento; solo el interés propio de ese sector. La conciencia política responde a todas las formas de opresión.


(Juliet Mitchell, The Longes Revolution)

1 comentario:

mardeplata dijo...

excelente ellas nos posibilitaron el camino abrieron espacios de libertad para nosotras por lo tanto seguimos sus pasos caminando junto al pueblo explotado.
Patricia Jiménez Alvarado Oaxaca