"La
mujer contó a la defensora pública que la asistió que las médicas que la
atendieron le hicieron comentarios condenatorios, culpabilizándola por lo
sucedido y que le habrían indicado una dosis menor de medicación para el manejo
del dolor, para que “sienta lo que hizo”, aunque luego la enfermera encargada
le dio finalmente la dosis completa."
“Página/12
consultó al Ministerio de Salud de la Ciudad, y una vocera informó que “los
médicos están obligados a realizar la intervención policial” ante “la
presunción o evidencia de maniobras abortivas”, por indicación “de la Dirección
General Legal y Técnica” de esa cartera, una orden que llamativamente es
contraria a las normativas vigentes.”
Aunque
Página/12 haga una lectura interesada y sesgada para que el golpe solo llegue
al derechista de Macri y su Gobierno de la Ciudad.
Aunque
la bronca y el odio vayan contra las médicas, que bien se lo merecen porque tenis
que ser una desgraciada para ser una MUJER MÉDICA para denunciar en la policía
(cuya mayoría son golpeadores de mujeres, violadores, gerenciadores de la
trata, entre otras joyitas) a una mujer que se practicó un aborto. Así de
profundas son las marcas de una sociedad patriarcal (por si queda algún
distraído que repite sin pensar el supuesto anacronismo del patriarcado y el machismo).
Aunque
subrayen la defensa del derecho a la privacidad de la paciente y la violación
del secreto que protegen los derechos de los/as pacientes, un derecho vital, y
subrayen el rol de la Corte y la Defensoría.
A
pesar de todo esto, y de su silencio sobre la responsabilidad de la presidenta Cristina
Fernández en esta realidad, el compromiso de CFK con la Iglesia y su promesa de
mantener el aborto como un crimen, garantizan el maltrato de las mujeres en los
hospitales públicos porque las dejan a merced de la voluntad de médicos/as y
autoridades.
Por
eso ninguna periodista de Página/12 o kirchnerista, que aprovechará esta
aberración para pegarle (con razón) al gobierno de Macri, puede nombrar un solo
ejemplo contrario de ningún otro hospital del país, ninguna provincia gobernada
por los K o la oposición, porque la criminalización garantizada por el gobierno
nacional llega a TODAS PARTES. Es la misma criminalización que se llevó la vida
de 3000 mujeres durante la “década ganada”, la mayoría de ellas pobres,
trabajadoras y jóvenes.
Los
políticos de los empresarios, varones y mujeres, son unos cínicos sin límites, ¿o
acaso ninguno de ellos sabe que el aborto existe y se realiza en un sinfín de
clínicas y consultorios privados a las mujeres que pueden pagarlo? Nadie se muere
por un aborto, salvo que no puedas pagarlo. Así de hipócrita es la
criminalización.
Si
el aborto fuera un derecho y no un crimen las denunciadas serían las médicas
por someter a una paciente a dolor innecesario, por violar los derechos de la
paciente a interrumpir su embarazo, por no preservar el derecho a la vida de
esa mujer.
Hace
años que en nuestro país existe un proyecto de ley de la Campaña Nacional por
el Derecho al Aborto, y hay muchos/as legisladores/as oficialistas y opositores
que lo apoyan. El kirchnerismo contó con mayoría parlamentaria en más de una
oportunidad para aprobarlo, pero sus diputados/as obedecieron la orden de la
presidenta no actuar, no hablar, no dar quórum y así mantener la
criminalización.
El
próximo año legislativo habrá como mínimo 3 diputados nacionales (serían 4 si
no fuera por el fraude en Córdoba) que apoyarán el derecho de todas las mujeres
al aborto legal, seguro y gratuito, los diputados del Frente de Izquierda y de
los Trabajadores. Ojalá las/os diputadas/as de las filas kirchneristas que
apoyan este derecho rompan con la obediencia K...
Nuestra
desconfianza de las estrategias que abandonan la calle para apostar todo en el
lobby parlamentario, no ha hecho más que comprobarse durante los 10 años de
kirchnerismo: ningún gobierno nos va a regalar nada y cualquier proyecto que se
apruebe será resultado de nuestra movilización y nuestra lucha.
Por
nuestra parte, vamos a seguir sosteniendo que solamente la movilización
independiente del gobierno y la Iglesia nos permitirá conquistar este derecho
democrático elemental.
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