1/7/12

Romina salió de la cárcel pero sigue su condena

Creo que si quedaban dudas del carácter de la libertad de Romina Tejerina, esta primera semana fuera de la cárcel lo aclara todo.
Hace unos días una compañera del trabajo me dijo algo así como "Qué injusto que era Romina siga sufriendo después haber sufrido tanto tiempo en la cárcel, no es justo que la traten así, ella ya cumplió su condena". La última parte de la frase me pareció fulminante o me fulminó. La condena penal disciplinadora buscaba exactamente eso: que la sociedad, incluso aquellos/as que "la entienden", crea que Romina es culpable. Y lo que es más cínico es que su violador goza de total impunidad, hecho que amplifica la condena de Romina. Si alguien necesita una clase de cómo funciona una sociedad patriarcal en 2012 tiene una enfrente de sus ojos.
Romina salió de una cárcel y entró en otra. Y esto es responsabilidad de los jueces y los funcionarios, que no solo la condenaron duramente como si fuera una asesina, cuando había sido víctima de una violación, la humillaron al juzgarla a ella como victimaria y la volvieron a humillar al no juzgar ni castigar a su violador. Lo que le pase a Romina de ahora en adelante es responsabilidad de esa justicia y de los funcionarios del gobierno provincial y nacional. Porque le hicieron creer a los vecinos de Romina y a un sector de la gente que ella es culpable, y que por eso se la juzgó y se la condenó a 14 años de prisión (de los cuales cumplió 9 años, 4 meses y 1 días injustamente). Y a esto se suman muchos medios que buscan el detalle morboso y quieren exponer el sufrimiento de Romina para consumo del público cual reality show macabro.
La condena penal habilita la condena social a la que está sometida Romina. Incluso la gente "benévola", como mi compañera de oficina, está convencida de que Romina es culpable aunque crea que se la debe tratar de forma más decente. Quienes estamos convencidas y convencidos de que Romina fue encarcelada injustamente, mientras su violador goza de su libertad (penal y social) tenemos que redoblar nuestra pelea contra la condena social a la que quieren someter a Romina Tejerina. Cada uno de estos 6 días que pasaron me convenzo más de que Romina salió de la cárcel pero ninguna de nosotras está en libertad.
Y mientras Romina es insultada, es humillada por sus vecinos (que están legitimados por la justicia y los funcionarios), miles de mujeres son insultadas y humilladas. Porque lo peor, ¿hay algo peor?, es que Romina Tejerina es solamente una de todas que sufren violencia, las que son violadas, golpeadas y humilladas. Si permitimos que esto se de impunemente solo amplificamos la condena ayer penal y hoy social.
Porque mientras algunos diarios y la televisión van a pedir benevolencia y el fin de los insultos, debajo de eso muchos sostendrán que "ya cumplió su condena". Cada vez que pronuncien esa frase, crece la condena social para Romina.
No tenemos que permitirlo, tenemos que redoblar nuestra lucha para que no haya más Rominas, para que las mujeres podamos vivir de forma más decente en esta sociedad capitalista de libertades recortadas. Y la única forma de hacerlo es conquista el derecho al aborto libre, seguro y gratuito, porque las mujeres se siguen muriendo por abortar en condiciones pésimas, se siguen muriendo por consecuencias de abortos mal realizados. Las personas que estamos a favor del derecho aborto porque es un derecho democrático elemental no le exigimos a quien piense diferente que acepte nuestro punto de vista. Pero el aborto existe, y estar en contra de que se realice en condiciones seguras no es estar a favor de la vida, es estar a favor del aborto clandestino, es estar a favor de que mueran miles de mujeres y niñas, la mayoría de ellas pobres.
Me repito: Romina salió de la cárcel pero no está en libertad. Ninguna de nosotras lo está. El aborto tiene que ser un derecho, se debe realizar en condiciones seguras en los hospitales públicos y de forma gratuita. Hasta que eso no ocurra, todas seguimos estando presas.

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