Cuando cadena perpetua suena a poco tiempo...

El cura genocida Von Wernick habla y habla en la televisión, después de que su defensa pidiera que lo absuelvan por los asesinatos y sectuestros de los que está acusado... Ningún pasaje bíblico puede esconder la realidad: Von Wernick es un genocido y tiene que ser castigado. El juicio que fue televisado muestra como en una comedia costumbrista una fotografía de Argentina: los luchadores/as obreros/as y populares, los compañeros/as de Julio López (desaparecido hace 1 año) con sus abogadas que exigen que al cura se lo castigue como lo que es: un genocida... Del otro lado los abogados vestidos de gente bien, protegiendo al cura, diciendo que no hay prueblas suficientes... ¿Qué otra prueba necesitan? Un grupo de hipócritas a sueldo... y en el medio la "justicia"que ni ciega ni sorda ni muda, es testigo de la escena sin que se le mueva un pelo.

Esta es la declaración que sacó Pan y Rosas: ¡Cadena perpetua y cárcel común al cura genocida!

Ningún pasaje bíblico podrá borrar, ninguna imagen del viejo zorro rezando, puede borrar la realidad: en Argentina los genocidas están libres, sólo un grupito es juzgado, al mismo tiempo, en Argentina vuelve a haber desaparecidos, un año sin Julio Lopez, mataron a Carlos Fuentealba, los funcionarios atropellan a maestras que exigen un salario justo, reprimen a quien lucha, persiguen a quien cuestiona...

En la televisión pareciera que lo único dispuesto a defender al cura es un chaleco antibalas inanimado y un par de policías... pero la televisión no llega a mostrar el cuadro entero: la justicia de los ricos y los empresarios los defiende a ellos, los que explotan, reprimen y persiguen...