24/9/07

73.000, el número de hoy




Después de 31 años, huelga nacional de los automotrices en EE.UU.

73.000 obreros y obreras de las 82 plantas estadounidenses de la General Motors, afiliados al sindicato de trabajadores automotrices (UAW por su nombre en inglés: United Auto Workers), fueron convocados a la huelga hoy.

La huelga, declarada después del fracaso en la mesa de negociaciones con la patronal de la General Motors, es la primera a nivel nacional desde 1976. Ese año el sindicato llevó adelante la última huelga nacional, en ese caso contra la Ford.

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Después de 31 años, huelga nacional de los automotrices en EE.UU.

73.000 obreros y obreras de las 82 plantas estadounidenses de la General Motors, afiliados al sindicato de trabajadores automotrices (UAW por su nombre en inglés: United Auto Workers), fueron convocados a la huelga hoy.


La huelga, declarada después del fracaso en la mesa de negociaciones con la patronal de la General Motors, es la primera a nivel nacional desde 1976. Ese año el sindicato llevó adelante la última huelga nacional, en ese caso contra la Ford.

Las principales demandas son seguridad en los puestos de trabajo, en respuesta al anuncio de General Motors de que recortará 34.000 empleos; por otra parte está la discusión alrededor de cómo financiar el sistema de salud de los trabajadores (en EE.UU. no hay salud pública ni obras sociales).
La patronal quiere desentenderse del seguro médico de sus trabajadores, y los 419.000 jubilados y 120.000 viudas de trabajadores que cobran una pensión. La empresa quiere que el sindicato se haga cargo del seguro médico, a través de VEBA (siglas en inglés del Voluntary Employees Beneficiary Association, similar a una mutual), y sólo aportar a la misma una parte de sus acciones, en otras palabras, atando la salud de los trabajadores y sus familias a los vaivenes del mercado accionario… entre la propuesta patronal y la ruleta sólo existe una mínima diferencia.

El 14/9 se había vencido el convenio de trabajo pactado entre “Las Tres Grandes”, esto es, General Motors, Ford y Chrysler, y el sindicato que representa a 200.000 trabajadores/as de la industria automotriz. El resultado de la puja entre la patronal y los trabajadores en la General Motors repercutirá en las otras dos. A pesar de la actitud conciliadora de la burocracia sindical que no ha dudado en entregar incontables conquistas de los obreros automotrices durante los últimos años, esta vez debió convocar a la huelga la mañana del 25/9 cuando se venció el ultimátum que le habían dado a la empresa. El presidente (secretario general) del sindicato, Ron Gettelfinger dijo que “Esto no es lo que queríamos”, “Nadie gana en una huelga” (sic)… Para muestra sobra un botón, dicen.

La patronal, aunque vio subir sus ganancias, dice que no puede competir con el bajo costo laboral de empresas como Toyota, a manos de quien ha visto perder una parte de su mercado. Las “Tres Grandes” exigen siempre mayores sacrificios a sus obreros, y esta vez no iba a ser diferente.

La huelga está marcha, los piquetes están montados fuera de las plantas, el fondo de huelga del sindicato es de 800 millones de dólares, garantizando un sueldo semanal de 200 dólares (hay que tener en cuenta que un obrero de la General Motors cobra 800 dólares a la semana, entre salario y horas extras).

Por el momento, la huelga parece ser una herramienta de presión en las negociaciones, pero queda por ver si se extiende y cómo impactará la huelga en sus ganancias….

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